Las bajas temperaturas dejan nuestra piel en shock
Por fin llego el invierno, atrás queda la ensaladilla rusa refrescante, los shorts y los bronceadores, ahora toca las comiditas calientes, abrigarse y proteger nuestra piel del frío. Me gustaría explicar muy resumido lo que los estudiosos en dermatología han averiguado sobre los efectos que el frio y el viento tienen sobre este órgano tan grande que es la piel, yo por supuesto me centro en esas partes de piel que van siempre al descubierto, rostro y manos.
Lo que ocurre en la piel cuando se enfrenta a una temperatura baja es que se encogen los capilares sanguíneos (al igual que nosotros), por esos nos quedamos lívidos, en este momento la piel sufre un “shock” del cual se recupera sin ninguna secuela y sin grandes esfuerzos.
El problema viene cuando tiene que soportar durante más de una hora este frío sin tregua, ni que decir tiene que cuanto más baja sea la temperatura peor, porque para proteger su interior acelera su proceso de queratinización, volviéndose menos elástica (como acartonada), blanquecina y como con falta de jugosidad.
Ni que decir tiene si además del frío hay viento, aunque no sea fuerte, este golpea literalmente nuestro rostro y cada vez que lo hace nos roba humedad de nuestra piel. Si la piel no ha sido suficientemente protegida en breve notaremos además de los síntomas anteriores sequedad y aspereza, tirantez e incluso descamación más o menos apreciable, este último ya como signo inequívoco de daño profundo en su estructura epidérmica.
Para las pieles sensibles estos problemas se multiplican por dos o por cuatro, llegando incluso a sentir dolor en la piel, ¡si!, porque la piel duele con el frío y el viento. Este dolor es real.
El cuerpo y las manos podemos protegerlas con ropa y guantes, pero ¿cómo proteger el rostro?
Para las pieles normales es importante aplicarse cosméticos adecuados a esta tipología, pero con un poquito más de densidad, que ofrezcan más cobertura, los maquillajes serán igualmente de textura más cremosa y no fluida. Reforzaremos por la noche con productos más fluidos, pero con un alto grado de hidratación, como serums, ampollas y cremas que además de aportar agua. Sobre todo, que vengan enriquecidos con activos regenerantes y vitaminas para la piel.
Para las pieles normales pero expuestas muchas horas a la intemperie, bien por trabajo o por hobby (correr, tenis, pasear, bicicleta…) Recomiendo utilizar para este tiempo a la intemperie, además de una crema más densa, aceite, ¡si!, aceite de jojoba, caléndula, argán, germen de trigo, sobre la crema o mezclado con esta, con unas gotas será suficiente. También podemos usar el aceite directamente, aconsejo esto ya que el aceite siempre tiende a captar calor, igual que el agua tiende a atrapar el frío, el aceite siempre tiende a calentarse.
Con esta capa protectora, el calor del cuerpo no se escapa, es como si nos pusiéramos una manta de calor, entre la piel y el exterior, así la piel no sufre ni siquiera el paso de una temperatura a otra.
Hoy en día hay aceites tipo “seco” que se absorben fenomenal y no dejan brillos. Lo dicho, el aceite solo o mezclado con crema, lo ideal es probar qué fórmula es la que nos aporta más confort. Por supuesto maquillajes igualmente cremosos y cubrientes. Por la noche el mismo refuerzo que para el caso anterior.
Para las pieles sensibles, con rosácea, intolerantes, alérgicas, escemáticas, recomiendo además de lo anterior cremas y maquillajes con ceramidas, libres de perfumes añadidos, aceites orgánicos de molécula pequeña y enriquecidos ó no con esencias vegetales, en cualquier caso, productos específicos para este tipo de piel. Si hay que aplicar algún tipo de medicina tópica habrá que ver el caso y usar el cosmético compatible. En cualquier caso, para estas pieles tan frágiles me inclino no solo por recomendar productos que sumen, sino que además aporten un alto grado de confort.
Las pieles grasas ya tienen una protección mayor frente a estos problemas por generar grasa protectora, pero hay que aportarle agua, vitaminas y sustancias regenerantes como al resto. Aconsejo que si solo tienen el problema de la grasa usen sus cosméticos habituales y como refuerzo para casos de máxima intemperie el uso de un maquillaje que les de mas cobertura ó aplicarse más veces durante la jornada su crema habitual.
Por supuesto como en el resto del año utilizaremos mascarillas hidratantes, nutritivas, con vitaminas, reafirmantes, etc. Cuando sintamos que la piel nos lo pide ó porque queramos esos días que nuestra piel esté súper perfecta. Pedir consejo a vuestra Beauty Advisor por si se necesitaseis de alguna “cura” puntual durante este periodo.
Estos consejos son para vuestro cuidado en casa, y no olvidéis que los tratamientos en el centro de belleza son insustituibles, nuestros protocolos, concentrados, aparatología y profesionalidad constituyen un seguro para reforzar y prolongar la salud y juventud de vuestra piel.
Espero que este artículo sea de vuestro agrado y os sea de ayuda.