El otoño está aquí, más tarde de lo habitual, pero ya ha llegado… Nuestra piel tiene que afrontar el cambio de estación, los cambios de temperatura y horarios de sol. Esto es ¡fácil! Pero tenemos un hándicap que vencer y es… ¿cómo vuelve nuestra carita de las vacaciones? En este artículo os explico los estragos que ha hecho el verano en nuestra piel y os cuento cómo afrontarlos.
Si seguiste los consejos que te dio tu esteticista tu carita vino ¡PRECIOSA!
De no ser así es posible que vuelvas con la piel del rostro intoxicada.
En general, la mayoría de las pieles vuelven con impurezas abundantes más o menos visibles, la piel engrosada y el tacto como graso, el poro taponado e incluso dilatado en algunas zonas del rostro. Esto hace que no nos sintamos bien en esa “nueva piel”.
¡Esta “rara”! La sentimos como irritada y sucia.
¡No sé qué hacer con ella, cada día está peor!
¿Esto te suena? ¿Te suele pasar tras las vacaciones?
Si la respuesta es afirmativa Tu piel ésta pidiendo auxilio. ¿Quieres recuperar tu maravillosa piel?
Lo primero que debes hacer es pedir cita a tu esteticista.
Contamos con el tratamiento adecuado para desintoxicar tu piel y vuelvas a disfrutar de un rostro suave, limpio, resplandeciente y sano. ¡Sin perder el bronceado!
¿PORQUÉ HA PASADO ESTO?
Bajo mi experiencia estas son las principales causas:
1- El uso de pantallas solares inadecuadas a nuestro tipo de piel.
2- La cantidad de capas de pantalla solar que vamos acumulando tras la jornada. En 8 horas de playa, según nuestro fototipo y el grado de protección que usemos, hemos tenido opción a reponerla al menos 2 veces y sí has buceado, alguna más.
3- La limpieza incorrecta de la piel tras la jornada al aire libre.
4- La ausencia o aplicación deficiente de los cosméticos reparadores.
5- El cambio de hábitos culinarios.
6- Estrés cutáneo por cambio de nuestro habitad normal unido a alguna de las anteriores.
¿CÓMO EVITAR QUE ESTO ME PASE?
Pidamos consejo a los profesionales
Cada pantalla solar es diferente en cuanto a cómo se relaciona con nuestra piel, algunas son demasiado grasas o muy densas, otras resecan la piel o se van con la transpiración, etc. Por todo esto hay que usar la que más convenga a nuestra piel.
La esteticista conoce tu piel y conoce, además, la pantalla adecuada para ella. Para que llevarla no suponga asfixiar nuestra piel. Ella te aconsejará cual es la que mejor te viene según tu tipo de vida/vacaciones. Cómo debes aplicártela, cuántas veces, cómo debes de eliminarla de tu rostro y cómo debes reparar tu piel después de una jornada al aire libre.
Compramos al tun-tun el protector solar que está de moda, el de oferta, el que un comercial, sin conocer nuestra piel, nos da o el que usa nuestra amiga, esto a veces sale bien y la mayoría mal.
Para no acumular capas de protector solar
Como he dicho antes la piel se asfixia bajo capas de protector.
Pero, me tengo que proteger con una nueva capa cada vez que salgo del mar o cada cierto tiempo, ¿cómo soluciono esto?
Cuando ha llegado el momento de reponer mi pantalla solar limpio mi rostro, cuello y escote suavemente con una toallita de felpa mojada y escurrida en agua dulce. De esta manera mi piel siempre tiene una capa útil de pantalla y respira bien. Si al menos este gesto lo hicieras, por ejemplo, a mitad de la jornada tu piel vendría más sana.
En la playa no hay que abandonar nuestros hábitos de higiene
Es absolutamente importante llevarse a la cama la piel limpia de todo lo que la hayamos puesto durante el día, esos productos sobran de noche. Nuestra piel no respirara ni regenerara bien con capas de protector solar sobre ella ¿acaso descansaríamos si nos meteríamos en la cama vestidos, calzados y con nuestro ordenador sobre los pulmones? ¿Tendríamos un sueño reparador si así lo hiciéramos?
Entonces ¿cómo podemos pensar que nuestra piel sí? La piel necesita respirar para regenerarse mejor.
¡No hay excusa! Utilicemos nuestros productos de higiene facial también en la playa, nuestra piel respirará.
La importancia de los cosméticos reparadores
Aunque nosotros estemos descansados y felices durante las vacaciones, la campeona de nuestra piel tiene que lidiar con un montón de horas de brisa que la golpea, temperatura a la que no está acostumbrada, calor y sol, sol y calor.
Es de justicia que por la noche la demos un buen premio: “Los Cosméticos Reparadores”. Como profesional te recomiendo usarlos todo el año, pero en especial en el tiempo de vacaciones, siempre por la noche y tras una minuciosa limpieza del rostro.
Son productos concentrados con valiosísimos nutrientes que actúan a nivel global reparando la piel en tiempo récord, al mismo tiempo que dan un plus de energía para que luzca preciosa al levantarte y afrontar un nuevo día.
Como esteticista, para una piel madura recomiendo sobre todo los serums concentrados de vitaminas con ácido hialurónico. Pero ¡cuidado!, dada la diversidad de pieles y de serums cada uno necesita el suyo, pide consejo a tu esteticista para usar el adecuado.
Los excesos y la falta de costumbre
En vacaciones todos tendemos a excedernos, sin darnos cuenta, viene incluido en el lote vacacional, es normal. Nos excedemos respecto de algún-varios alimentos, bebidas, alcohol, caprichos culinarios…
La falta de costumbre de excesos y la diversidad de lo excedido crea una especie de “mini colapso”, por llamarlo de alguna manera, en nuestro cuerpo que se ve inundado por una avalancha de elementos que tiene que filtrar y eliminar.
Generalmente el cuerpo no elimina en nuestro lugar de vacaciones, no, le gusta que regresemos con este souvenir en forma de “killing”. Killing no solo de grasa, también de toxinas.
Nuestra piel colabora en la eliminación de toxinas de nuestro cuerpo, algunas de ellas se quedan atascadas en ella (principalmente en la piel rostro) sin capacidad de salir si no es con ayuda, por lo que necesitamos de un especialista, la esteticista, para que nos libere de ellas y podamos recuperar su salud y belleza.
Todas estas razones son por las que, bajo mí entender y por mi experiencia laboral, la piel de nuestro rostro vuelve intoxicada.